viernes, 1 de abril de 2011

Perder el alma

El alma debe ser indefinible para que en el proceso de la vida no muera. Porque de hacerlo el Hombre como tal se pierde.

Pero que se pierde si el alma es algo incorpóreo para el captar de los sentidos humanos.

¿Acaso los sentidos definen nuestra alma o es que ella los define a ellos? ¿No puede ser simplemente que no estén relacionados? Pero de alguna forma lo están. Tal vez del simple hecho que son herramientas. Pero de ser herramientas, entonces porque nos pesan tanto. Creo que esto sucede cuando hemos perdido la capacidad de sentir el alma. Pero si perdemos justamente esta capacidad, ya de por si nuestros sentidos se están perdiendo. Y no creo que simplemente sean los físicos, que de por si tienen un principio y un reflejo en aquellos que podríamos llamar del alma. Estos sentidos del alma son los que nos permiten percibirla, llegar a ella, ponernos en contacto y acariciarla.

Pero esto denota otra pregunta. ¿Para que usamos generalmente los sentidos del cuerpo? La respuesta es simple y triste. Para definirnos. Buscamos todo el tiempo definirnos y definir el mundo que nos rodea. Categorizarlo, esquematizarlo, cuajarlo y cortarlo en pequeñas partes y retazos que llamamos definiciones. Pero que logramos con las mismas, pues destruir el mundo que nos rodea. Al definirlo en conceptos que podemos tocar y manosear solo captamos la ínfima parte de ellos. Así perdemos la cualidad de aprender y comprender, al mundo, a nosotros mismos y a quienes nos rodean. Solo tomamos partecitas de lo que nos interesa, las apilamos en nuestras mentes y le damos el titulo de verdad. Cuando lo único que logramos con esto es que la Verdad se nos escape.

¿Pero que es la Verdad? O mejor dicho ¿que busca el hombre al tratar de encontrar la Verdad?

Algo inmutable. Trata de encontrar eso que no posee. Aquello que desde el principio de los tiempos, hasta sus fines y más allá tiene la cualidad de ser imperecedero, puro, constante.

¿Pero entonces porque pretende encontrarla en cosas completamente contrarias a la naturaleza de la Verdad? ¿Por qué la buscamos en el mundo? Cuando al mundo no le pertenece la Verdad. Y si no me creen hagan este ejercicio. Encuentren en el mundo algo que no perezca, que no sea impuro y que no cambie constantemente.

De encontrarlo descubrirán que la primera cualidad que tiene es que no pertenece a este mundo. Simplemente a llegado a el por algún motivo que muy posiblemente este más allá de nuestra comprensión. Pero de llegar a comprender ese motivo también descubriremos que no son motivos de este mundo, que no le pertenecen a el y que no responden a su mandato ni a su ley. Sino que responden a una Ley superior. La de la Verdad.

A esta altura se preguntaran que tiene que ver esto con el alma. Pues todo. Acaso no es ella ese secreto que esta mejor guardado; y como la Verdad. Esta escondida en el lugar más obvio y por el mismo motivo en el único que nos olvidamos de buscar. Pero no se confundan, el alma no es la Verdad, pero si se alimenta de ella. Y como todo lo que no se alimenta correctamente en algún momento muere.

La obviamos como algo que no tiene peso en nuestras vidas. Algo que no es fundamental, ni importante. Que al perderla no se pierde nada, porque nada que no se pueda captar con nuestros cinco sentidos físicos tiene valor y “verdad” para este mundo. Y en esa concepción errónea de la realidad dejamos de buscarla y así de alimentarla porque dejamos de buscar la Verdad que solo nuestra alma puede encontrar. Es allí donde el Hombre se pierde, donde muere.

1 comentario:

  1. Gracias Kiel por recordarme el camino y ayudarme a transitarlo con "los sentidos del alma".Cariños

    ResponderEliminar