Cuando
el hombre llega a este mundo
se siembra en su pecho una semilla de amor.
A medida que este crece es su labor evitar
que la tierra en la que fue sembrada la sofoque
y por ende le impida germinar.
Si logra este milagro difícil de alcanzar
comprenderá que aquella pequeña semilla
ya no es tal sino que ha logrado brotar.
La misma comenzara extender
sus raíces y ramas dentro y fuera de él
transformando tanto su interior como su exterior.
Para cuando lleguen los días finales de su vida
si ha logrado prosperar esa semilla de amor
en su interior, se habrá transformardo por completo
de tal forma que para cuando caiga la cascara seca
de su cuerpo surgirá de ella un nuevo ser.
Hermosísimo Kiel. Gracias por compartir
ResponderEliminarGracias a vos Matilde por apreciarlo :D
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