miércoles, 28 de septiembre de 2011

Joyas, monedas, ropas…


Con todas tus joyas,
tus monedas y tus ropas,
¿qué llegaste a ser hombre caminante?
¿Acaso un cadáver andante?
¿Y por qué prefieres la muerte
antes que la vida de tu alma?
¿Qué intentas ocultar al cargarla
con un peso que la mata?
¿Es acaso su desnudez?
¿Temes mostrar la belleza
que en ella aguarda ser revelada
o los monstruos que la embargan?
Ocultar no cambiara lo que en ella descansa,
pero revelarlo si lo hará.
Si hechas luz a tu interior permitirás
que finalmente florezca la belleza
y que las sombras se desvanezcan.

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