Suelta el dolor,
sácalo de tu corazón,
abandónalo como si fuese
algo podrido en lugar de
guardarlo como si fuese
un tesoro escondido.
Luego sigue tu camino
como si nada malo
te hubiese sucedido
ya que si no haces esto
y guardas el dolor
como si fuese un
tesoro perdido
este te encontrara
constantemente
en tu camino.
Y de esta forma como
los arrecifes de coral
hará encallar tu barco
una vez que lo hayas
echado a la mar
y lo hundirá de tal forma
que no podrás continuar
tu camino en busca del
verdadero tesoro escondido.
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