Sostenme…

Sostenme con tu mano para que no caiga al vacío,
para que recuerde lo que es caminar como un hombre digno.
Retenme con tu mirada para saber que existo,
incluso si solo fui un sueño finito.
Dame tu aliento para poder seguir viviendo
cuando mis días hayan concluido.
Pero sobre todo regálame tú alma,
para que tu tengas la mía y así podamos
reencontrarnos cuando ambos hayamos partido.

Volare en tus sueños

Volare en las alas de tus sueños
y me posare en las pestañas de tus ojos
para besar tu alma escondida en ellos.

Perlas

Has de conocer las perlas que hay en tu interior
para poder apreciar el tesoro que allí se encuentra.
Pero recuerda, si no lo haces, como son creadas
las perlas en el interior de la ostra,
para comprender como surgirán las propias en tu interior.
En ella las perlas se crean cuando un elemento
del exterior ingresa y comienza a dañar
su suave y delicado interior.
Entonces la ostra comienza a recubrir
este elemento de nácar para evitar ser lastimada.
Este proceso interior es tan delicado
que generar una sola perla puede llevarle diez años.
Así mismo crear una perla en nuestro interior
puede llevarnos al menos el mismo tiempo sino más,
pero una vez que lo hayamos finalizado habremos
creado un tesoro a partir de aquello que antes era dolor.
De no hacerlo, de no animarnos a realizar
este maravilloso proceso corremos el riesgo de sufrir
heridas irreparables en el suave interior de nuestro corazón.

Ojos de niña

Una vez conocí a una niña

de ojos profundos y mirada sincera.

Ella veía mi dolor

aunque no lo entendía porque no lo conocía.

El tiempo pasó

y este la borro hasta de mi mente.

Las eras pasaron en mi interior,

tanto así que perdí la noción

de cuentas veces morí y nací

desde aquel presente.

Y un día simplemente la vi nuevamente,

estaba sentada frente a mí,

escondida dentro del cuerpo de la mujer

que amo hoy y para siempre.

Río

Recorda como fluye el río.
En él todo pasa
y al pasar todo se mantiene en su lugar.
Al observar el río lo ves correr,
pero el agua nunca se agota.
Y aunque la cantidad que fluye
parece infinita tampoco se desborda.
Nunca pierde su cause, nunca pierde su paz.
Sólo lo hace cuando llega la crecida.
De la misma forma debe fluir el alma,
de la misma forma sólo debe desbordarse de amor.

Nada más para regalarte

No tengo nada más
para regalarte
que mi corazón.
Ahí está todo lo que fui,
todo lo que seré,
todo lo que soy.
Mi ser entero se entrega
cada vez que te lo doy.
Todo lo que vale en mí
se encuentra allí.
Es el tesoro que me robaste
y en ese acto lograste
duplicar su valor.

Un Ser

Un Ser cayó a la Tierra
y se rompió en millones de partes
llamadas humanidad.