¿Dónde pondré mi alma
a descansar cuando mis días acaben?
Cuándo el tiempo le diga a mi cuerpo
que es hora de que vuelva
a la tierra de la que surgió.
¿Dónde reposare mientras
despierto de este sueño llamado vida?
Es ese lugar de alguna forma
aquello que siempre he buscado,
incluso cuando mis sueños
se convirtieron en pesadillas.
Miro el cielo a veces esperando
ver de él al menos un destello…
En ese instante los recuerdos
regresan a mi como si fuesen solo ayer
y su peso se recarga sobre mi alma.
Entonces en mi rostro se dibuja una sonrisa
hecha de la mezcla perfecta de lo dulce y lo amargo.
Ahí cierro mis ojos y le abro la puerta
a mi corazón para que salga a pasear.
Con él se van todas las cosas que lo habitaban,
sueños, esperanzas, recuerdos y pesadillas…
Solo queda el silencio, solo él me habita.
Y desde su fondo escucho
el crepitar de mi corazón
y allí descubro el lugar
donde reposar al final de mis días…